
Aunque el títular de la noticia parezca alarmista no teneís de que preocuparos, ya que la culpable de esto se halla en prisión. Resulta que las amenazas parecen deberse a que el marido de la culpable fue despedido mientras trabajaba de ayudante en la oficina de Oda. A partir de esto y durante 3 meses le estuvo mandando mensajes amenazadores al mangaka, el cúal denuncio la situación a las autoridades desde el primer momento. Al parecer la chica (Tomoko Fukushige de 27 años de edad y residente en Tokyo) confesó al ser incluida entre los sospechosos. La verdad es que es una historia curiosa cuanto menos, pero me alegro de que se haya solucionado y de que la cosa no haya ido a más.
Fuente: Misiontokyo
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